Marín
R. Ana F., C.I. 19.705.850
anafmarin2@gmail.com
Junio, 2018
El vivir en la
ciudad de Maracaibo resulta un reto para todo aquel que desee una mínima
calidad de vida que sea óptima para cualquier actividad a desarrollar, sin
embargo esto está muy lejos de la realidad, ya que la costumbre traduce el
aceptar la espesa nube del humo de buses, carritos por puesto y fábricas que
inauguran el día a día, entonces lo que
realmente existe es una “neblina” de contaminantes. Resulta válido sumar también la quema de
basura como otro factor que agrava la situación lo que se ha unido a los muchos árboles que ya han sido
talados. La ciudad lleva años y años sin conocer la calidad del aire que
respira. Hace un tiempo se presentó un estudio al respecto, dirigido por el
Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo
(ICLAM), en esa oportunidad, la investigación, que abarcó Maracaibo, San
Francisco y la Cañada de Urdaneta, dio como resultado que la ciudad marabina se
encontraba en el rango de “aire moderadamente contaminado”, de acuerdo con el
decreto Nº 638, con un valor de 87,60 µg/m3. Mientras que el
municipio sureño y la Cañada, se encontraban con valores superiores a 100 µg/m3,
pero igual en la misma categoría. Sin embargo a la fecha se sabe que el nivel
de contaminación es mucho mayor. A raíz de aspectos como el mencionado, en
el ámbito ambiental es preciso considerar más de un solo punto de vista, ya que
no solo se trata de un buen manejo climático o una evaluación de impacto previa
a un proyecto, en este punto radica el hecho de globalizar las medidas de
control para obtener un buen sistema de gestión ambiental, que unido al estudio
de los modelos y fuentes respectivas dará como resultado la tan comentada Sustentabilidad; por otra parte, desde
los riesgos y gastos que tienden a resaltar la emisión de gases de algún efecto
invernadero, siempre el elemento a surgir es el cambio climático, lo que
acredita el pensar en diversas posibilidades y medidas alternas, que conlleven
a una transición definitiva que sustente al ambiente y a los involucrados. El
reto estaría en plantear una agenda global para promover el diseño y/o creación
de entornos sustentables, que mediante los principios y evaluaciones adecuadas
se obtenga el común denominador, Aseguramiento
y Protección de Ambiente. Para llegar a esto, el enfoque debe estar en
definir un valor representativo, que va desde relacionar la cantidad de un
determinado contaminante emitido a la atmósfera, caso habitual CO2,
NO o peor aun la quema de combustibles fósiles, sin embargo, sea este u otro
caso el factor de emisión estará representado como la actividad que arrastrará
una masa de contaminante por unidad de peso, de acuerdo al volumen, distancia o
duración de la emisión, a partir de este se ha de diseñar el modelo de la
dispersión, el cual tiende a simular la concentración de este para así poder
estimar la calidad del aire en una determinada zona y enfatizar la proporción
de peligro existente, dicha fuente varia en si es fija o móvil, en esto se incluye la cercanía de una chimenea
industrial a una zona poblada, carreteras destapadas o en su defecto los
automóviles, buses, motocicletas, los desechos orgánicos (basura) quienes
algunos en mayor o menor grado emitirían continuamente cantidades de
contaminantes al ambiente, afectando la calidad de aire y vida en los
alrededores. Para este tipo de circunstancias se debe entablar una Evaluación del Impacto Ambiental (EIA), que
como herramienta ha de fortalecer toda decisión a nivel de desarrollo de
planes, proyectos, influir en la toma de decisiones y que de ser realizada con
anticipación ante cualquier evento reducirá los costos e inversiones. Por otra
parte existen muestreos, que posibilitan la toma de datos sobre los indicadores
ambientales que determinan las condiciones representativas del entorno, el cual
es estandarizado mediante el indicador ORAQUI.
Las mediciones de control son habitualmente necesarias para verificar la
eficacia de una medida preventiva o para el control ambiental periódico, para
que la finalidad de un correcto Sistema
de Gestión Ambiental llegue hasta asegurar el desarrollo de las actividades
en empresas o localidades, tomando siempre en cuenta la prevención y reducción
de los efectos sobre el ambiente. La idea es integrar las potencias de la
protección ambiental como una estructura sólida y organizada, y garantizar el
control de las actividades que lograran la disminución de los impactos
ambientales ya sea en Maracaibo o en otra localidad.
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