Arq.
Karina Pernía
En la
última década el crecimiento de la población en Venezuela ha jugado en contra
de eficientes y reales planes habitacionales
que impidan que sectores de la población venezolana -calculada según el
último censo del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 29 millones de
habitantes- se ubique en la periferia de las ciudades o zonas prohibidas por la
ley y la lógica, para construir improvisadas viviendas donde puedan
“sobrevivir” cientos de familias en el
país.
Y decimos
“sobrevivir” porque una familia se expone a peligros no sólo de inseguridad en
estos sectores, sino de agentes ambientales como derrumbes y deslaves o
simplemente por construir al margen de una quebrada, pueden quedar atrapadas en
medio de crecidas en los periodos de inviernos que se suceden cada año.
Como
ejemplo podemos mencionar que de las 180 invasiones que se registran en el
estado Lara en lo que va de año según las autoridades de la región, unas 300
familias se han apostado en el cono de seguridad del Aeropuerto Jacinto Lara,
tal y como lo refleja la versión web el diario El Informador de Barquisimeto en
la que lee que “la tala y la quema, la presencia de perros y aves de rapiña
pueden ocasionar una tragedia aérea (…) ya han bloqueado las rutas de
evacuación del terminal aéreo” ha dicho el director de seguridad de Lara, José
Maldonado Dupuy.
El
Zulia no escapa de esta anarquía habitacional en la que se ha convertido la
proliferación de invasiones en los últimos dos años, pues la Asociación de Alcaldes
Zulianos publicó luego de su reunión del 21 de enero de 2011 como lo refleja el
portal web del Diario La Verdad, que más de 106 invasiones se contabilizaban en
la entidad al inicio del año pasado.
Entonces
decimos que las autoridades de las regiones se olvidan que permitir estas
invasiones por no generar planes efectivos para la construcción de viviendas, choca
con lo que debería ser la norma, es decir; impulsar construcciones cuya base
fundamental sea el ordenamiento y respeto del medio ambiente, haciendo un uso
eficiente de los recursos y que se tengan ciudades mejores planificadas, donde
además los servicios sean eficientes y cónsonos con lo que merecen los
ciudadanos.
A
esto agregamos que lo ideal sería que esas mismas autoridades en sus planes y
proyectos tomen en cuenta la idea de edificaciones sostenibles, donde además de
reducir el impacto contra el medio ambiente, se pueda mejorar la calidad de
vida de los habitantes.
Es
necesaria la existencia de planes con viviendas cuyos materiales de construcción
causen el menor impacto posible sobre el ambiente y a la vez en la salud de los
pobladores y en las que se utilicen materiales procedentes de recursos
abundantes renovables como la madera, pero que su extracción sea supervisada y
controlada para la optimización del recurso.
Esas
ciudades posibles deben tener la disposición de las autoridades en las regiones,
de lo contrario sólo formarán parte de proyectos en papel o la utopía magistral
de un arquitecto lleno de deseos de ver en la realidad, lo que se imparte en
las aulas de clases.
Hasta
allá va nuestra función. Pasar del diseño innovador a las sugerencias de planes
habitacionales consustanciados con la sostenibilidad del ambiente y la
organización lógica de viviendas en sectores factibles y no donde lo determine
la suerte; o en el peor de los casos, donde las familias con deseos de una
vivienda puedan crear a su modo, las nuevas ciudades colmadas de invasiones.
Fuentes
hemerográficas
Portal
web del diario El Informador de Barquisimeto, estado Lara. “Gobernador convoca
reunión urgente para enfrentar invasiones en Lara” 23/02/2012
Portal
web del diario La Verdad del estado Zulia. “Guerra contra las invasiones”
21/01/ 2011
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