El Ruido

La protección del medio ambiente constituye en nuestros días una preocupación sentida por todos los ámbitos del gobierno y de los ciudadanos. En la actualidad, nadie pone en duda el exceso de ruido que es un problema, el problema de la contaminación sónica en las grandes ciudades va acrecentando a lo largo del tiempo, por ello, desenfilan las quejas generadas por las actividades por el ocio diurno y nocturno.

            Todos los individuos se ven afectados por el ruido o sonido no deseado y este es determinado por diferentes grados de intensidad. En ocasiones podemos ser a la vez la causa y la victima del ruido. Esto sucede cuando utilizamos algún tipo de electrodomésticos o cuando sufrimos del ruido generado por el tránsito de vehículos, por aviones, por maquinarias pesadas, por obras en construcción, por procesos industriales, entre otros.

          Siendo  este uno de los entes contaminantes más invasivos que se emiten a la atmosfera en forma rutinaria afectando negativamente a la salud y al bienestar humano como: la pérdida auditiva, el estrés, la pérdida de sueño, la pérdida de productividad así como una reducción general de la calidad de vida y la tranquilidad.

          Las molestias del ruido pueden producir varios efectos sociales que a menudo son complejos, sutiles o indirectos. Se han observado reacciones más fuertes cuando el ruido está acompañado de vibraciones y componentes de baja frecuencia o impulsos.

            Cuando nació y la posterior promulgación Ley Orgánica del Ambiente en el año 1976, se abre un espacio para la protección y conservación del ambiente en beneficio de la ciudad y la calidad de vida de los habitantes de nuestro país, así pues, se comienza a presentar todo un abanico de normas jurídicos, tendientes a enredar un conjunto de políticas públicas que buscan cuidar y proteger el medio ambiente con las generaciones futuras.

Se considera el ambiente como un bien protegido, dado que un ambiente sano es un valor de la sociedad y ordenamiento legal, una condición esencial para el libre desenvolvimiento de la personalidad, la preservación del ruido tiene que resguardar la tranquilidad pública con especiales, esto sin el descanso y la convivencia en general.

Arq. Darlenys Díaz.