LA SUSTENTABILIDAD
DE LA INGENIERIA ESTRUCTURAL EN EDIFICACIONES
Autor: Eduardo
Alizo. eduardoalizo@gmail.com
“La
Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros
hijos”
Gandhi
Los
seres humanos desde sus inicios han tenido un pensamiento ecológico, sólo que
en los últimos años, se han evidenciado las consecuencias del progreso
desenfrenado, lo cual ha logrado una inestabilidad en la naturaleza y el
ambiente. Hecho que se refleja en impactos ambientales que comprometen el
futuro del planeta.
Ahora
bien, la cultura del bienestar ha sido el norte del desarrollo humano, sin
embargo, esa misma cultura se encuentra hoy en entredicho, a pesar de continuar
con el deterioro irreversible del planeta y la amenaza directa de la permanencia
humana en él. La redefinición de los conceptos de progreso, desarrollo y
bienestar ocupa hoy buena parte de los horizontes de muchas profesiones, no en
términos de consecución de más bienestar sino en el establecimiento de
relaciones sostenibles con el medio ambiente
El
desarrollo sostenible plantea asumir un compromiso ecológico frente al
crecimiento del mundo industrializado, donde se proyecte en el presente, sin
comprometer la existencia de la generación futura. Actualmente, la mayor
amenaza que enfrenta la humanidad en términos ecológicos o de impacto ambiental
es el cambio climático propiciado por la emisión de gases de efecto
invernadero, muy especialmente, la emisión del CO2. Por tal motivo, cuando se
habla se desarrollo sostenible, se hace referencia a actividades que propicien
la reducción de la emisión de estos gases a lo largo del proceso de cualquier
tipo de desarrollo.
De
lo antes expuesto surge la pregunta, ¿cómo se relaciona lo anteriormente
descrito a la responsabilidad que tiene el arquitecto, constructor, ingeniero o
cualquier otro actor, cuyo elemento común es el proceso de construcción? Es
importante destacar que la ocurrencia de más de un tercio de las emisiones de
CO2 está relacionada con algún momento del ciclo de vida de un edificio.
Evidentemente,
la materialización de la edificación o edificio
incluye el cálculo o simulación de una estructura destinada a soportar
su propio peso y la presencia de acciones exteriores, llámense vientos, sismos,
temperaturas extremas, entre otras; sin perder las condiciones de funcionabilidad
que la originaron. Esto se logra, a través del desarrollo y aplicación de
métodos de cálculos y normativas que permiten obtener el resultado esperado por
los arquitectos: Dimensiones de elementos estructurales y la manera de
construirlos.
La
ingeniería estructural se ocupa del diseño y cálculo de la estructura
en las edificaciones, describe el comportamiento de las estructuras sometidas a
diversos tipos de cargas, prediciendo su
resistencia y deformaciones asociadas, mediante la aplicación de métodos y
formulas para el diseño. Para tal efecto, se considera a una estructura como
bien diseñada, cuando satisfaga un estándar dentro de los requisitos
establecidos de: Seguridad, economía, servicio, estética y factibilidad. En
este orden de ideas, el requisito de seguridad exige la no ocurrencia de
fallas, colapsos, pandeos o detrimento de alguna de las partes integrantes de
la estructura.
Una de
las principales limitaciones encontradas dentro del trabajo del ingeniero
estructural ha sido la disposición de materiales estructurales apropiados. De
tal manera, los primeros constructores dependían casi exclusivamente de la
madera, piedra, ladrillos y posteriormente el concreto. Es a mediados del siglo
XVIII, cuando se comienza a construir con elementos de hierro fundido, el cual
evoluciona hasta ser la aleación identificada como acero al carbono, tal como
se le conoce en la actualidad. En relación con estas implicaciones, la
producción, transporte y puesta en obra del material (o materiales) que
conforman la estructura implicarán el uso de energía y la generación de
emisiones de gases de efecto invernadero. En consecuencia, resulta acertado
inferir que se podría lograr el aspecto de sostenibilidad en la estructura al
utilizar materiales en ella cuyos procesos de producción, transporte y puesta
en obra garanticen niveles bajos de emisiones de CO2 y en el gasto de energía.
Sin
embargo la realidad, no es tan favorable en este sentido, puesto que los
materiales por excelencia en estructuras de edificaciones son el concreto
armado y el acero, los cuales son el resultado de procesos industrializados,
donde se involucran grandes cantidades en emisiones de CO2 y altos consumos de
energías. De esta manera, al aplicar el término de sostenibilidad en la
ingeniería estructural, no se debe limitar sólo a los materiales, y establecer
que su proceso de obtención reduzca las emisiones de gases de efecto
invernadero, puesto que descartaría de plano al concreto y al acero
estructural, pretendiéndose adoptar a la madera como el material
sostenible. Evidentemente, tal situación
evade el hecho de que las normativas de diseño están basadas en elementos
estructurales que soporten y transmitan las cargas que las solicitan, y ellos
están construidos en concreto y acero estructural, dejando en un vacio, desde
el punto de vista técnico, el proyectar edificaciones de gran envergadura con
elementos estructurales de madera, lo cual carece de respaldo normativo, por lo
menos en este país.
En
relación con estas implicaciones, se puede afirmar que los requisitos o
lineamientos establecidos para que un proyecto sea sostenible no se pueden
cambiar (economía, medio ambiente y aspectos sociales), sino
los niveles de éstos en función de las circunstancias históricas que tocan
vivir. Sucede pues, que cada actor dentro de la concepción de la estructura y
futura edificación podría tomar decisiones de sostenibilidad en un momento
dado, refiriendo la decisión al entorno de su participación, como escoger
materiales de la zona, o preferir materiales recuperados, es en este caso donde
el acero cobra principal importancia, debido a su factibilidad de rehúso.
Referencias:
Consejo
Superior de los Colegios de Arquitectos de España, 2007
Merrit, F. (1988) ‘Manual del ingeniero civil’ Editorial McGraw Hill
Solanas, T. (2008) ‘Vivienda y sostenibilidad en España. Volumen 2’ Editorial Gustavo
Gili, España
Vezga, C. (1984) ‘Proyecto estructural de edificios
aporticados de concreto armado’
Vezga,
C. (2002) ‘Edificaciones de ingeniería
sismo resistente’
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